Desde
que María nació tomé por costumbre primero cantarle nanas para dormir, después canciones
infantiles y cuando ya fue creciendo nos hicimos el firme propósito de contarle
un cuento todos los días y lo hacemos desde que a su manera sigue el cuento que
ella elige.
Es
increíble cómo van creciendo los niños y ver como a poco a poco sus intereses aumentan y se les despierta
todo un mundo de descubrimientos, exploraciones e intereses.
Ayer
por la noche después de contarle a María el cuento le dije:
- Mañana iremos a la playa por la noche para ver la lluvia de estrellas. Si pides un deseo antes de que caigan del cielo, se te cumple, así que llévate uno pensado.
- Mañana iremos a la playa por la noche para ver la lluvia de estrellas. Si pides un deseo antes de que caigan del cielo, se te cumple, así que llévate uno pensado.
María
me miraba sin entender mucho lo que decía pero se le iluminaron los ojos y
sonriendo con emoción anticipa y su lengua de trapo me dijo:
- Mamá, ¿Qué es un deseo?
Y
le expliqué, un deseo es aquello que te gustaría que se cumpliera. No estoy
segura que me entendiera del todo pero me contestó:
- Mamá voy a pedir a "Plátano" (una liebre blanca que
aparentemente le iban a traer los Reyes. Ya tiene claro el nombre) ... y cogeré
la estrella que ha caído.
Me
salió espontánea una sonrisa, le di un fuerte beso y se quedó tranquila
durmiendo. Quizá soñando con la estrella que iba a coger o con el deseo de
tener a Plátano… le dejé la puerta
entreabierta y despacito me fui al porche a mirar el cielo, estaba lleno de
estrellas. Sentí que cada una de ellas me sonrieron, y deseé que llegara
mañana para ir a la playa por la noche, pero hoy está nublado y no se pueden
ver y María, sin olvidarse de los deseos y las estrellas me lleva diciendo todo
el día.
- Mamá ¿Hoy veremos las estrellas?.
Y
antes de acostarle le dije: tal vez
mañana podamos ir a verlas cuando las nubes hayan decido marcharse a otro
lugar...
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